28.2.10

Febrero 27

Otra nota debajo de mi puerta:

"Un anciano tocó mi puerta y me dijo: no pude salvar a ninguno, luego una señora: no pude salvar a ninguno, luego un niño: no pude salvar a ninguno, luego un policía: no pude salvar a ninguno, luego un sacerdote: no pude salvar a ninguno, luego un guitarrista punk: no pude salvar a ninguno, luego un payaso: no pude salvar a ninguno, luego un bombero: no pude salvar a ninguno, luego un doctor: no pude salvar a ninguno, luego tocó mi puerta un ser luminoso; era como un ser humano cualquiera, pero emitía mucha luz. No me dijo nada, solo se me quedó mirando. Le pregunté quién era, pero no respondió, le dije muchas cosas, pero no respondió. Era como si estuviera esperando que yo dijera una frase, en un idioma que no era de este mundo".